jueves, 19 de abril de 2012

Un poco de historia; Magnavox Odyssey


Qué mejor forma de arrancar un blog sobre juegos clásicos que hablando de la primera consola conocida por el hombre,  Magnavox Odyssey.




Fue desarrollada por Ralph Baer, considerado el padre de los videojuegos caseros, quien tuvo la idea en una parada de autobús realizando bocetos sobre aparatos que conectados a un televisor aportaran otro tipo de entretenimiento. Lanzada ese mismo año a la venta en Norteamérica y convirtiéndose en un rotundo éxito (100.000 unidades vendidas a casi 100 dólares cada unidad) fomentado porque era distribuida exclusivamente en los almacenes de Magnavox (en Japón se ocupó Nintendo) y por las mentiras de compatibilidad con televisiones que no fueran de la misma compañía. Ralph había comenzado con su diseño en 1966, recibiendo el prototipo el nombre de “Brown Box”. Os dejo con el anuncio de la consola.


Anuncio aparecido en televisión en febrero de 1973


La forma de la consola es… como poco peculiar y los mandos son igual de extraños. En su parte frontal tiene un botón de reset y a los lados dos diales, uno para el movimiento vertical y otro para el horizontal. Este tiene a su vez otro dial para dios sabe qué… Pero realmente, ¿qué puedes hacer con un mando de estas características? ¿Sujetarlo? ¿Apoyarlo en una mesa? Y los cables también se las traen, gruesos, no del todo flexibles y muy cortos. En cambio el cable que la conecta a la televisión es muy largo. Así que te la puedes llevar contigo al sofá y apoyarla en el suelo o algo parecido.
Pero en definitiva, lo que necesitas para jugar con ella son… juegos. No muy elaborados por fuera y… numerados. Probablemente hayáis crecido con algunos juegos, como SMB, Zelda, Pang, Tetris o qué tal… el juego número 1…


Con insertar el juego, la consola ya se encendía, aspecto muy eficiente salvo porque la mitad de las veces no funciona. Tienes que probar una y otra vez con el juego y sintonizar durante un buen rato tu televisión… y todo para que el resultado  sea… un rectángulo brillante en la pantalla. Puedes pasarte todo el tiempo que quieras moviéndolo por la pantalla y pensar lo aburridos que debían estar en 1972 para dedicar tiempo a esto. Además de usar mucho tu imaginación, porque como parece evidente la Odissey tampoco tenía sonido. Ni gráficos.



Y entonces, ¿qué tiene? Un montón de accesorios. La consola viene con toda esta porquería. Fichas, cartas, dados, tablas de puntuación y lo más importante. Fondos de pantalla para pegar a tu televisión. El verdadero sustituto de los gráficos. Incluso vienen en diferentes tamaños, para ajustarse mejor a las dimensiones de tu televisión.


Algunos de los accesorios que traen los 100 juegos reunidos, perdón la oddisey

Y lo más importante, los displays para tu televisor

Todos los cartuchos son básicamente lo mismo. Lo que hemos visto. Dos puntos brillantes en la pantalla, pero con diferente programación porque cada uno de esos cartuchos va asociado a un fondo de pantalla diferente. Para saber a cuál necesitas consultar el manual de la consola. Esto lo hace absolutamente imprescindible para jugar con la Odyssey. Sin el manual no sabrás qué cartucho se corresponde con cada fondo de pantalla.
Así nos encontramos con juegos como el de tenis, donde, como es evidente, todo vale. Puedes hacer las trampas que quieras. Puedes mover tu “jugador” a cualquier punto de la pantalla. Nada lo retiene en su lado del campo. Y con la bola pasaba igual. La podías mover en cualquier dirección, aún en contra de las leyes de la física. Y lo mismo pasaba con el resultado. No había ningún marcador. Así que básicamente, los jugadores eran los que ponían sus reglas y apuntaban los resultados.
Luego estaba el de esquí. Lo único que tienes que hacer es mover la lucecita a través de la pista. La meta era esta. Permanecer en la línea y llegar al final del recorrido en el menor tiempo posible, tiempo que tú debías medir. Y con los controles que tenía esa consola debía ser una tarea difícil y frustrante.





También había “Football”. Probablemente el primero de su clase. Te obliga a utilizar un tablero, fichas y páginas y páginas de instrucciones. Así que la cosa pasaba por aprenderte unas reglas complicadas, lanzar dados, hacer cálculos…
Hockey, más entretenido. Trata de meter el disco en la portería del rival. ¿Similar al de tennis?...
Analogic, tiene lugar supuestamente en el espacio. Comienzas en tu planeta y la meta es llegar al planeta de tu rival siguiendo un patrón de números determinado por el resultado que obtienes en una ecuación. Si suena como una auténtica pérdida de tiempo es porque lo es.



El juego del gato y el ratón, donde cada jugador era un personaje y debían huir o capturar el uno al otro, según el personaje que fueras. Mismas reglas que hasta ahora, ninguna, puedes moverte con libertad por toda la pantalla. Está en tu mano respetar el patrón de pasillos y paredes que ofrece el fondo de pantalla. Vamos, que más tarde o más temprano vas a acabar haciendo trampas. Ya que estamos, ya que los gráficos en definitiva son el fondo de pantalla, podrían haberse hecho un poco mejor. Dibujos de muebles, paredes, agujeros o escondites hubieran estado bien… en lugar de eso son cuadrados y monigotes.



También estaba el juego de la casa encantada, el primer juego de horror donde tu detective iba recogiendo pistas por las habitaciones que venían recogidas en una baraja de cartas. Este también venía con un amplio manual de instrucciones.







Otros juegos eran Submarino, donde un jugador disparaba torpedos a otro. Muy parecido al tenis.
Estados, destapas cartas y te colocas en el estado que te indiquen. Esto no necesitaba ser un videojuego para nada…

Y por último, la ruleta. Tienes tu mesa, fichas y juegas a la ruleta. El cursor es la bolita. Apuestas, giras el dial y lo que salga… Claro que la mitad de las veces el cursor se salía del espacio marcado por el fondo de pantalla… Para jugar a esto mejor te compras el juego de mesa y no un trozo de plástico pegado a una pantalla de televisión con brillos.





En conclusión… Primitivo no es la palabra. Es algo remotamente parecido a lo que conocemos como videojuegos. Es como si para jugar al tetris dibujas las fichas moviéndose y cayendo en diferentes papeles y los pasas rápido para crear la ilusión de que están animadas. Es como jugar con piedras y palos a hacer que fueran espadas o algo. Pero para ser justos, era la primera de su clase y ofrecía mucho. Tenis, fútbol, viajes por U.S.A., el espacio, casas encantadas… pero lo mejor y que todavía no hemos visto… la escopeta.



Ahora hablemos de armas. Habréis visto algunas, las más famosas en nuestra infancia, la Nintendo Zapper por ejemplo. Tenía aspecto de pistola sí, pero algo suavizado. Había y hay una cierta sensibilidad en el mercado para no darles armas a los niños, sólo cosas que lo parezcan. Pero en el caso de la Odyssey gun… Es una escopeta, tal cual. Cosa que hoy en día… especialmente estamos hablando de U.S.A.

La hegemonía de Magnavox en el mercdo finalizó con la llegada del Pong, pero eso es otra historia y deberá ser contada en otro momento.

2 comentarios:

  1. Muy buena entrada, sobre todo porque no tenía ni idea de la exisyencia de esta reliquia!! Yo recuerdo la Atari, pero de ésta nunca había visto nada!! ;)

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    1. Gracias por tu comentario Noe. La Atari fue una consola posterior a la Oddisey, aunque generalmente todos pensamos que fue la primera de su clase. Otro dato curioso es que, a pesar del nombre japonés Atari, que significa "que una ficha o un grupo de fichas está en peligro de ser capturadas por tu oponente", se trata de una de las productoras de videojuegos independientes más grande en Estados Unidos. Es propiedad de Infogrames Entertainment S.A. Gracias a ti también Wikipedia.

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