Qué mejor forma de arrancar un blog sobre juegos clásicos que hablando de la primera consola conocida por el hombre,
Magnavox
Odyssey.
Fue
desarrollada por Ralph Baer, considerado el padre de los videojuegos caseros,
quien tuvo la idea en una parada de autobús realizando bocetos sobre aparatos
que conectados a un televisor aportaran otro tipo de entretenimiento. Lanzada
ese mismo año a la venta en Norteamérica y convirtiéndose en un rotundo éxito
(100.000 unidades vendidas a casi 100 dólares cada unidad) fomentado porque era
distribuida exclusivamente en los almacenes de Magnavox (en Japón se ocupó
Nintendo) y por las mentiras de compatibilidad con televisiones que no fueran
de la misma compañía. Ralph había comenzado con su diseño en 1966, recibiendo
el prototipo el nombre de “Brown Box”. Os dejo con el anuncio de la consola.
Anuncio aparecido en televisión en febrero de 1973
La
forma de la consola es… como poco peculiar y los mandos son igual de
extraños. En su parte frontal tiene un botón de reset y a los lados dos diales,
uno para el movimiento vertical y otro para el horizontal. Este tiene a su vez
otro dial para dios sabe qué… Pero realmente, ¿qué puedes hacer con un mando de
estas características? ¿Sujetarlo? ¿Apoyarlo en una mesa? Y los cables también
se las traen, gruesos, no del todo flexibles y muy cortos. En cambio el cable
que la conecta a la televisión es muy largo. Así que te la puedes llevar
contigo al sofá y apoyarla en el suelo o algo parecido.
Pero
en definitiva, lo que necesitas para jugar con ella son… juegos. No muy
elaborados por fuera y… numerados. Probablemente hayáis crecido con algunos
juegos, como SMB, Zelda, Pang, Tetris o qué tal… el juego número 1…
Con
insertar el juego, la consola ya se encendía, aspecto muy eficiente salvo
porque la mitad de las veces no funciona. Tienes que probar una y otra vez con
el juego y sintonizar durante un buen rato tu televisión… y todo para que el
resultado sea… un rectángulo brillante
en la pantalla. Puedes pasarte todo el tiempo que quieras moviéndolo por la
pantalla y pensar lo aburridos que debían estar en 1972 para dedicar tiempo a
esto. Además de usar mucho tu imaginación, porque como parece evidente la
Odissey tampoco tenía sonido. Ni gráficos.
Y
entonces, ¿qué tiene? Un montón de accesorios. La consola viene con toda esta
porquería. Fichas, cartas, dados, tablas de puntuación y lo más importante.
Fondos de pantalla para pegar a tu televisión. El verdadero sustituto de los gráficos.
Incluso vienen en diferentes tamaños, para ajustarse mejor a las dimensiones de
tu televisión.
Algunos de los accesorios que traen los 100 juegos reunidos, perdón la oddisey
Y lo más importante, los displays para tu televisor
Todos
los cartuchos son básicamente lo mismo. Lo que hemos visto. Dos puntos
brillantes en la pantalla, pero con diferente programación porque cada uno de
esos cartuchos va asociado a un fondo de pantalla diferente. Para saber a cuál
necesitas consultar el manual de la consola. Esto lo hace absolutamente
imprescindible para jugar con la Odyssey. Sin el manual no sabrás qué cartucho
se corresponde con cada fondo de pantalla.
Así
nos encontramos con juegos como el de tenis, donde, como es evidente, todo
vale. Puedes hacer las trampas que quieras. Puedes mover tu “jugador” a
cualquier punto de la pantalla. Nada lo retiene en su lado del campo. Y con la
bola pasaba igual. La podías mover en cualquier dirección, aún en contra de las
leyes de la física. Y lo mismo pasaba con el resultado. No había ningún
marcador. Así que básicamente, los jugadores eran los que ponían sus reglas y
apuntaban los resultados.
Luego
estaba el de esquí. Lo único que tienes que hacer es mover la lucecita a través
de la pista. La meta era esta. Permanecer en la línea y llegar al final del
recorrido en el menor tiempo posible, tiempo que tú debías medir. Y con los
controles que tenía esa consola debía ser una tarea difícil y frustrante.
También
había “Football”. Probablemente el primero de su clase. Te obliga a utilizar un
tablero, fichas y páginas y páginas de instrucciones. Así que la cosa pasaba
por aprenderte unas reglas complicadas, lanzar dados, hacer cálculos…
Hockey,
más entretenido. Trata de meter el disco en la portería del rival. ¿Similar al
de tennis?...
Analogic,
tiene lugar supuestamente en el espacio. Comienzas en tu planeta y la meta es
llegar al planeta de tu rival siguiendo un patrón de números determinado por el
resultado que obtienes en una ecuación. Si suena como una auténtica pérdida de
tiempo es porque lo es.
El
juego del gato y el ratón, donde cada jugador era un personaje y debían huir o
capturar el uno al otro, según el personaje que fueras. Mismas reglas que hasta
ahora, ninguna, puedes moverte con libertad por toda la pantalla. Está en tu
mano respetar el patrón de pasillos y paredes que ofrece el fondo de pantalla.
Vamos, que más tarde o más temprano vas a acabar haciendo trampas. Ya que
estamos, ya que los gráficos en definitiva son el fondo de pantalla, podrían
haberse hecho un poco mejor. Dibujos de muebles, paredes, agujeros o escondites
hubieran estado bien… en lugar de eso son cuadrados y monigotes.
También
estaba el juego de la casa encantada, el primer juego de horror donde tu
detective iba recogiendo pistas por las habitaciones que venían recogidas en
una baraja de cartas. Este también venía con un amplio manual de instrucciones.
Otros juegos eran Submarino,
donde un jugador disparaba torpedos a otro. Muy parecido al tenis.
Estados,
destapas cartas y te colocas en el estado que te indiquen. Esto no necesitaba
ser un videojuego para nada…
Y
por último, la ruleta. Tienes tu mesa, fichas y juegas a la
ruleta. El cursor es la bolita. Apuestas, giras el dial y lo que salga… Claro
que la mitad de las veces el cursor se salía del espacio marcado por el fondo
de pantalla… Para jugar a esto mejor te compras el juego de mesa y no un trozo
de plástico pegado a una pantalla de televisión con brillos.
En
conclusión… Primitivo no es la palabra. Es algo remotamente parecido a lo que
conocemos como videojuegos. Es como si para jugar al tetris dibujas las fichas
moviéndose y cayendo en diferentes papeles y los pasas rápido para crear la
ilusión de que están animadas. Es como jugar con piedras y palos a hacer que
fueran espadas o algo. Pero para ser justos, era la primera de su clase y
ofrecía mucho. Tenis, fútbol, viajes por U.S.A., el espacio, casas encantadas…
pero lo mejor y que todavía no hemos visto… la escopeta.
Ahora
hablemos de armas. Habréis visto algunas, las más famosas en nuestra infancia,
la Nintendo Zapper por ejemplo. Tenía aspecto de pistola sí, pero algo
suavizado. Había y hay una cierta sensibilidad en el mercado para no darles
armas a los niños, sólo cosas que lo parezcan. Pero en el caso de la Odyssey
gun… Es una escopeta, tal cual. Cosa que hoy en día… especialmente estamos
hablando de U.S.A.
La
hegemonía de Magnavox en el mercdo finalizó con la llegada del Pong, pero eso es otra historia y deberá ser contada en otro momento.
Muy buena entrada, sobre todo porque no tenía ni idea de la exisyencia de esta reliquia!! Yo recuerdo la Atari, pero de ésta nunca había visto nada!! ;)
ResponderEliminarGracias por tu comentario Noe. La Atari fue una consola posterior a la Oddisey, aunque generalmente todos pensamos que fue la primera de su clase. Otro dato curioso es que, a pesar del nombre japonés Atari, que significa "que una ficha o un grupo de fichas está en peligro de ser capturadas por tu oponente", se trata de una de las productoras de videojuegos independientes más grande en Estados Unidos. Es propiedad de Infogrames Entertainment S.A. Gracias a ti también Wikipedia.
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